Mi alma deseaba oír tu voz, sentía deseos de volver a verte, de compartir parte de nuestro tiempo. No sé por qué, y de verdad... tengo miedo de bucear en el interior de mi corazón, miedo de encontrar rastros de un amor no correspondido, huellas de ilusiones que se acrecientan con tu respirar lejano, señales que sólo el alma es capaz de traducir.
Entraste en mi vida irrumpiendo a la soledad que la habitaba, le devolviste colores a mi mirada y alegría a mi existir... tan fuerte fue tu presencia que volvieron a crecer en mí, los sueños de amar y sentirme amada.
Quiero gritar que te necesito, que te extraño, quiero desafiarte a que puedo hacerte feliz, que tengo suficientes caricias, besos, abrazos y palabras guardadas para vos, quiero pedirte que me des una oportunidad para demostrarte que se puede volver a creer en el amor...
Voy a esperar a que decidas volver amar, voy a acompañarte en silencio, voy a estar a tu lado caminando suavemente hasta que tus ojos descubran los destellos de amor que se escapan de los míos, y si en ese instante mis pupilas no reconocen un brillo en tus ojos, decidiré seguir amándote en silencio.
Te extraño, te necesito, por favor, no tardes mucho más, porque mi alma tiene sed de vos.
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