Algunas veces vivimos al ritmo acelerado que nos impulsa el mundo cotidiano, intentamos hacer varias tareas al mismo tiempo, claro, sin dedicarle la atención y el tiempo suficiente a cada una.
De este modo, nos olvidamos de llamar a un amigo, por el simple motivo de ser nuestro amigo, no hacemos tiempo para apreciar los colores que nos rodean, no percibimos el aroma único de cada lugar, no nos permitimos detenernos en la sorpresa como tampoco dedicamos tiempo a expresarle a las personas que nos rodean, cuán importante son para nosotros.
Así anotamos varias tareas en nuestra agenda, y al final del día las tildamos como signo de haberlas superado, pero… ¿disfrute de este día? ¿Sentí alegría de las tareas que realice? ¿Logré hacer feliz a alguien? ¿O simplemente me limité a tildar un día más en el calendario de mi vida?
Cuánta tristeza guardará nuestra alma por cada instante que dejamos partir sin disfrutarlo, por cada momento que no vivimos con intensidad.
Lamentablemente el tiempo no vuelve hacia atrás, no dejemos correr nuestra vida como un río en el desierto, porque en la medida que así sea, todo se volverá sin sentido, sin colores y sin magia, sólo nosotros podemos disfrutar de nuestra vida, compartir con quienes amamos cada día y transformar a cada segundo en un instante único e inolvidable.
Hoy quiero tomarme parte de mi tiempo para decirte que te quiero, que te espero, que te necesito y confío que el destino nos cruzará muy pronto, si aún no nos cruzó, para que juntos disfrutemos de esta aventura única y maravillosa que es la vida.
Amor, por favor, no te olvides que te espero…
De este modo, nos olvidamos de llamar a un amigo, por el simple motivo de ser nuestro amigo, no hacemos tiempo para apreciar los colores que nos rodean, no percibimos el aroma único de cada lugar, no nos permitimos detenernos en la sorpresa como tampoco dedicamos tiempo a expresarle a las personas que nos rodean, cuán importante son para nosotros.
Así anotamos varias tareas en nuestra agenda, y al final del día las tildamos como signo de haberlas superado, pero… ¿disfrute de este día? ¿Sentí alegría de las tareas que realice? ¿Logré hacer feliz a alguien? ¿O simplemente me limité a tildar un día más en el calendario de mi vida?
Cuánta tristeza guardará nuestra alma por cada instante que dejamos partir sin disfrutarlo, por cada momento que no vivimos con intensidad.
Lamentablemente el tiempo no vuelve hacia atrás, no dejemos correr nuestra vida como un río en el desierto, porque en la medida que así sea, todo se volverá sin sentido, sin colores y sin magia, sólo nosotros podemos disfrutar de nuestra vida, compartir con quienes amamos cada día y transformar a cada segundo en un instante único e inolvidable.
Hoy quiero tomarme parte de mi tiempo para decirte que te quiero, que te espero, que te necesito y confío que el destino nos cruzará muy pronto, si aún no nos cruzó, para que juntos disfrutemos de esta aventura única y maravillosa que es la vida.
Amor, por favor, no te olvides que te espero…
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