No sé cuales han sido los motivos, pero en este día has habitado menos el lugar de mis pensamientos, he logrado concentrarme en otras cosas... pero es verdad que en el momento menos pensado te transformabas en amo y señor de mis ideas.
¿Qué estarás haciendo ahora? ¿Pensarás en mí? Tal vez sí, tal vez no... sólo vos tenés esa respuesta, yo me encuentro aferrada a la ilusión que me quieras algún días, que juntos podamos mirar el amanecer y dormir amándonos en el atardecer...
El tiempo tiene entre sus manos las respuestas que tanto anhelo, y mi corazón tiene que encontrar la paciencia para esperar ese momento preciso donde nos encontremos y nos descubramos como dos almas gemelas.
Aunque falta un siglo o tan sólo un día, recuerda que yo te amo desde siempre, que te espero ansiosa y que tengo un mundo de ilusiones para compartir con vos.
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