¿Alguna vez has intentado guardar en la palma de tu mano una lágrima?
Si lo has intentado habrás podido comprender que todo tu esfuerzo era en vano: su humedad, su intensidad, su frescura, por algún lugar se perdían sin dejar huella.
Algo similar sucede con el amor, es imposible guardarlo en secreto, su esplendor irradia luz a nuestro alrededor, su aroma enamora al viento que acaricia nuestro rostro, su voz se confunde con el canto de los ángeles, su sabor es el más exquisito néctar que dos almas pueden compartir… el amor es un sentimiento que dilata el alma y le devuelve el brillo a nuestra vida. Déjalo entrar en tu corazón.
Si lo has intentado habrás podido comprender que todo tu esfuerzo era en vano: su humedad, su intensidad, su frescura, por algún lugar se perdían sin dejar huella.
Algo similar sucede con el amor, es imposible guardarlo en secreto, su esplendor irradia luz a nuestro alrededor, su aroma enamora al viento que acaricia nuestro rostro, su voz se confunde con el canto de los ángeles, su sabor es el más exquisito néctar que dos almas pueden compartir… el amor es un sentimiento que dilata el alma y le devuelve el brillo a nuestra vida. Déjalo entrar en tu corazón.
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