jueves, 14 de enero de 2010

Todos tenemos alguna herida

Un perrito es atropellado por un auto. Dos amigos pasan caminando y presencian el accidente. uno de los dos s acerca a levantar al animal para llevarlo a un veterinario. Cuando intenta sujetarlo, el perrito lo muerde.
El hombre lo suelta y se queja con su amigo:
- Perro desagradecido, lo quiero ayudar y me muerde...
El amigo contesta:
- No te enojes. No te muerde por falta de gratitud, te muede porque está herido.

Enrique Ponce
"Seguir sin ti"
Salinas - Bucay

¿Cuántas veces actuamos de la manera que no sentimos, simplemente porque nuestras heridas siguen abiertas?
Las heridas del alma sólo se ven con los ojos del amor, y se curan con una dosis justa de tiempo, aunque a pesar de ello algunas veces quedan cicatrices tan profundas como las heridas mismas...
Debemos preguntarnos qué heridas aún no hemos cerrado en nuestras almas, y debemos decidirnos a cicatrizarlas, porque la vida es bella y no se la puede vivir con la mirada triste.

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